La estrategia del OSO

Muchas veces  confundimos sueños con expectativas sin darnos cuenta  que, mientras los sueños nos abren el mundo, las expectativas nos encierran en la espera pasiva de lo deseado…

¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a ellas? ¿Qué pasa si no puedo aceptar tener  que renunciar a lo que “tanto deseo“?

¿Qué pasa si siento que no puedo lograr mi proyecto de vida?

Tenemos un deseo determinado. Queremos algo con el alma, con todo nuestro ser. Soñamos día y noche con tenerlo. Este es el momento de aplicar una regla básica: La regla del oso idiota.

Esta regla comienza  con la “O” del oso. ¿Usted quiere algo? Obténgalo!!! “Obtenga” lo que usted quiere, juéguese la vida  para obtenerlo!!! corra el riesgo!!!, comprométase con su deseo!!! ¿Qué busca? ¿El amor de esa persona “tan especial”?… ¿Esa casa “tan soñada”?… ¿Ese trabajo?… Vaya, salga a buscarlo y obténgalo!!!

Pero… uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere. Entonces, ¿qué dice  la regla en segundo lugar? ¿No puede “obtener” lo que quiere?… (Y siguiendo con la “S”, la segunda letra del oso) Nos dice: Sustitúyalo!!! “Sustitúyalo” por otra cosa!!! – Esa persona “tan especial y única” no me quiere… Pues bien, que lo quiera otra persona. – Esa otra tampoco me quiere…. Entonces, busque un marinero!!! Cómprese una mascota!!! – Ah… No!!! Imposible sustituirla!!! “Como esa persona no hay…”

Entonces, ¿qué nos dice la regla en tercera  instancia?… ¿No lo pudo “obtener”?… ¿No lo puede “sustituir”?… Y siguiendo con la “O”, la tercera letra del oso) Nos dice: Olvídelo!!! -Ah No, “Imposible”….. ¿Cómo imposible? – Siii, “Imposible olvidarla!!!” “Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!”
Ahhh… “¿Imposible?”

Entonces… si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO… La “Regla” dice que Ud. es un “IDIOTA”.

Quedando así constituida “LA REGLA DEL OSO IDIOTA”.

Tal vez no sea tan fácil  “decidir” que puedo Olvidar. “SÍ” puedo “decidir” no quedarme pegado a lo que creo que es imposible. Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo “idiota”.

 dice Bucay que no es precisamente santo de mi devoción pero que de todos modos no tengo más remedio que reconocer que muchas veces tiene bastante razón y sobre todo..... que lo sabe decir de forma que se entiende perfectamente 

.... en un vuelo

Si te sientas

ante un papel digno de tal nombre

con un pincel en la mano

del pelo adecuado y en el número apropiado

con el grosor exacto para dibujar el aire invisible y la montaña eterna, el olor del romero o un suspiro hambriento

con un tazón de tinta negra, bien negra, negra y profunda como la noche en el cielo cuando el sol se ha retirado del todo y sólo queda la Luna tan bella

RESPIRAS

te haces pájaro,

RESPIRAS

acechando para que sea y suceda el momento justo en que el pájaro acceda a deslizarse por tu mano hasta el pincel y del pincel al papel.........

.......... entonces......

pasará algo que es magia a secas si tienes la suerte de tu lado y (desde tus tripas) consientes en ser nada más que el pequeño puente entre las cosas.

Entonces,

en un vuelo como de hormigas............. 

Sawabona

Existe una tribu africana que tiene una bonita costumbre. Cuando alguien hace algo perjudicial o errado, lo llevan al centro de la aldea y toda la tribu lo rodea.

Durante dos días todos le dicen las cosas buenas que ha hecho hasta el momento.

La tribu cree que cada ser humano viene al mundo como un ser bueno, deseando seguridad, paz, amor y felicidad. Pero algunas veces, buscando todo eso, las personas cometemos errores. Errores que la comunidad entiende como un grito de socorro.

Entonces la tribu se junta para ERGUIRLO, para reconectarlo con quien realmente es, hasta que recuerde quién es realmente: “soy bueno”. Hasta que recuerde totalmente la verdad que temporalmente había olvidado y de la que se había desconectado.

Sawabona le dicen y dicen que quiere decir: te respeto y te valoro. Eres importante para mí........

y tal vez por una simple lógica, quien sea que sea que se encuentre en esa situación, recupere la honestidad, el sentido del bien-común-y-propio-a-la-vez, el rumbo, el origen o lo que sea.......

Sawabona (si puedes, no dejes de hacerlo con cualquiera que, como tú y como, yo mete la pata)

recogido en http://blog.eltarrodeideas.com/eres-importante-para-misawabona/ que lo recogió de no sé dónde que lo encontró en algún lugar...

Inocencia

Decían que el tiempo no había tocado su piel durante el extenso territorio de sus más de cincuenta vueltas alrededor del sol, lo cual era falso porque su cara era un sinfín de senderos y bifurcaciones de senderos irradiando de ojos a orejas, de nariz a labio y de extremo a extremo de su frente. Pero era cierto que ese universo de pliegues y arrugas parecía algo distinto de la vejez vieja que se suele pensar que es la vejez olvidando, o sin haberlo sabido nunca, que hay una vejez hermosa, profunda y deseable; la forma de envejecer que se acerca a la muerte como a otro nacimiento, la de aquellos, (que son más de los que creemos) que envejecen como dios manda y logran hacer un arribamiento firme a su destino inexorable.

Ella sabía, aunque por varias razones no solía decirlo, que su piel era ignífuga, hidrófoba y que se las apañaba bien para que la suciedad no la tocara el corazón con sus dedos viscosos.

Lo que viene siendo una ingenua, para entendernos, iniciada en la Orden de la Santa Inocencia, y que por esa misma rara cosa poseía el tesoro secretísimo de la inmortalidad feliz sin tener ni idea de que lo tenía.

Que nunca aprendía del todo, o que lo que aprendía era lo justo, nada de conclusiones añadidas del estilo de “la gente es mala y contra mí” “el mundo es malo y contra mí”, no, lo que aprendía sin querer era que podían mentirle..... y salvarle la vida. Podían matarla...... y abrigarla del frío a costa de tiritar desnudos. Podían dañarla..... y sacrificarse por ella hasta más allá de lo razonable y hasta de lo imposible.

Inocente y por esa limpia estupidez que sostenía contra viento y marea de que lo humano también es sublime, candidata al reino de los cielos que sabe, porque lo sé yo que lo sabe, que tan sólo es una estación antes del Gran Salto.