lunes, 27 de octubre de 2014

¿Cuál es tu reto?

El reto de los treinta días de Homominimus

Que si lo doy publicidad es porque, se diga o no se diga, es un experimento interesante y porque adoro los retos..

Puedes hacerlo público o no, como prefieras. Sea como sea es muy fácil que lo que sigue te haga parar y pensar un par de cosas sobre tu vida.

Mi reto personal sin publicar es ir al dojo siempre que pueda. Nada de hoy no me apetece o para qué si al fin y al cabo casi nunca puedo, etc-etc-que-siendo-ciertas-también-son-excusas......

¿Te apuntas? aquí!!!


Hermanos, ¡lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad!
—Gladiator
Gladiadores del circo cotidiano (Ara Magdaleno), habitantes de vuestros cuerpos (nurnpm), exploradores del espíritu, incombustibles (¡Herman!),  frikis a la carrera (Amparo), losanos (Joaquín), inclaudicables (Alejandro Paciotti), perseverantes (Astrid B.), ex-gordos :), jíbaros de vosotros mismos (Tremendosky), conseguidores (Blanca), navegantes de mil mares, chamanes del cambio, habitólogos (Daniel), y demás fauna del minimalismo existencial,
 ¡ha llegado el momento de mostrar y demostrar lo que hemos avanzado durante este año gracias al proyecto Los tres hábitos que cambiarán tu vida y los correspondientes cursos de Atención plena, de Perseverancia y Salud minimalista!
Estamos ya en la cuarta reencarnación del 2014. Tenemos veinticinco años. Ha sido un largo camino con venturas y desventuras, avances y retrocesos, alegrías y seguro que también nuestra buena dosis de frustración. Casi cuarenta  propuestas de prácticas, misiones y retos que cada uno de vosotros siguió desde el interés y desde la acción. Sea cual sea vuestro grado de participación y satisfacción con los resultados,  enhorabuena por haber llegado hasta aquí.
Cualquiera que durante este año haya probado, intentado, experimentado o convertido en acción —aunque sea unas pocas veces, aunque sea en una sola ocasión— alguna de las ideas que he  presentado en el blog , o que se haya sentido inspirado por los comentarios, sugerencias y experiencias de nuestros compañeros de travesía, puede darse por satisfecho. Ya habéis hecho más que lo que la mayoría de la gente hace en un año. Posiblemente habéis vivido con más conciencia de lo que la gente vive usualmente sus vidas.
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Walden Pond al atardecer. Henry David Thoreau vivió durante dos años, dos meses y dos días en Walden Pond desde julio de 1845 a septiembre de 1847. Su experiencia en Walden le facilitó el material para el libro Walden, La vida en los bosques, al que se le reconoce como inspiración de la consciencia y el respeto por el medio ambiente. Tim Hettler en flickr: https://flic.kr/p/aAJR9g
Decía Henry David Thoreau que la mayoría de la gente vive su vida en una silenciosa desesperación. Pero nosotros, parafraseando sus palabras en Walden, podemos decir que  al comienzo de este año “nos fuimos a los bosques porque queríamos vivir sin prisas (¡pero sin pausa!), queríamos vivir a conciencia (¡y con ciencia!), y sacar todo el meollo a la vida (allá donde se esconda), para no descubrir, a la hora de la  muerte,  que no habíamos vivido”.
Este mes de octubre no he propuesto hasta el momento ningún reto. Quería que tuvierais un par de semanas para… descansar… para que los echarais de menos… y para… tomar impulso para lo que os propongo ahora.

¿En qué consiste el reto?

Durante el mes de noviembre acometeremos un reto personal. Puedes llamarlo también experimento, hábito, misión o práctica, etc., da lo mismo. Lo importante es lo siguiente:
Durante treinta días cada uno de nosotros se centrará   en completar un  reto libremente escogido.
Regla de los treinta días

¿Cuándo empieza el reto?

El 1 de noviembre.

¿Cuál es el propósito de este reto?

El reto de los treinta días es una poderosa herramienta de cambio personal y a la vez es la ocasión para que dejemos las ruedecillas de la bicicleta que han sido los cursos de este blog y probemos a diseñar nuestros propios retos. Cada uno tendrá que elegir su reto personal.
Durante este año, según avanzábamos en el plan diseñado en el libro Los tres hábitos que cambiarán tu vida, nos fuimos dando cuenta de que todo nuestro entrenamiento en atención plena, perseverancia, autorregulación y salud minimalista tenía un tema común subyacente: la capacidad de diseñar comportamientos que nos hagan avanzar en nuestras vidas y convertirlos en hábitos. Estamos en el camino de convertirnos en habitólogos.
 A la vez, sentirse inspirados por el cambio, atreverse a dar el salto y dar el salto requiere que seamos audaces, ambiciosos, que mantengamos una saludable mentalidad experimental y seamos… un poco locos. Es por eso que una de nuestras compañeras, Lucecita, propuso que nos autodenomináramos “habitolocos”.

¿Sobre qué tiene que ser el reto?

Sobre cualquier elemento de tu comportamiento que te haga avanzar.
Puede ser la creación de un hábito importante para ti, un experimento de aprendizaje de treinta días, un reto personal, una práctica, un proyecto,  un trabajo temporal, alguno de los retos de los cursos de este blog, lo que sea.
En un próximo artículo proporcionaré algunas ideas o sugerencias, pero ahora simplemente quiero que pienses algo que te motive, que sea importante para ti.

¿Tiene que ser algo difícil o ambicioso?

No.
De hecho, no recomiendo que escojas algo muy complicado o duro como el Desafío de la ducha fría, porque el reto de mantener un comportamiento sin excepciones durante treinta días ya es suficientemente ambicioso. Poca gente es capaz de ser constante  durante tanto tiempo y ceñirse a una determinación, por fácil que parezca.
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Pero si quieres elegir el Desafío de la ducha fría o algún otro reto o experimento extravagante, adelante. No seré yo el que te corte las alas.

¿Con qué recursos o ayuda contaré?

Una página en este blog: Reto de los treinta días. En ella declararás cuál es tu  reto de los treinta días y te  comprometerás públicamente. Yo haré una lista con todos los participantes y sus retos. Tienes hasta el viernes 31 de octubre.
Los artículos sobre el reto de los treinta días que vayan apareciendo cada semana de noviembre y donde podrás ir comentando tus impresiones y experiencias.
Si te comprometes personalmente, y detallas en qué consistirá tu reto, yo te ayudaré a diseñarlo o te sugeriré alguna mejora, si es necesario. Me puedes escribir a homominimus@hotmail.com o simplemente usar la página del reto de los treinta días para pedirme opinión o pedírsela a tus compañeros.

¿Cómo me motivaré?

Eligiendo un reto que tenga profundo significado personal para ti y que, sacándote un poco de la zona cómoda, sea factible.
Repito: mantener un comportamiento treinta días ya es suficientemente difícil. Por eso, elige algo que te sea útil o interesante, aunque no sea espectacular.
Recuerda: esto es un maratón, una carrera de fondo. Este reto pondrás las bases de posteriores cambios personales más ambiciosos.

¿Cómo me motivará Homo Minimus?

Para todos los que completen el reto de los treinta días y así lo deseen, crearé reuniones virtuales  vía skype o algún medio similar para comentar nuestros aprendizajes y experiencias y conocernos a través de la palabra hablada.
Como espero que seamos algunas decenas los que lo completemos, crearé grupos de tres personas y me iré reuniendo con todos a lo largo de varias semanas tras completar el reto.

sábado, 25 de octubre de 2014

hacer por hacer...

...... y olvidar las consecuencias



"Vamos a ver qué pasa al hacer las cosas por hacerlas, podemos caminar sin pensar en que el ejercicio es sano; contar chistes sin esperar que nadie se ría; beber cuando tengo sed, no porque sea bueno; comer un potaje porque es lo que hay hoy, no porque tenga vitaminas, minerales y oligoelementos; hacer el amor porque a mi pareja y a mí nos apetece, no porque haya pasado mucho tiempo desde la última vez; jugar con el perro porque es lo que ambos queremos hacer en este momento, no porque interactuar con mi mascota refuerza los vínculos()"

miércoles, 15 de octubre de 2014

La Comodidad, nuestro único dios


La raza humana ha sido creadora de miles de dioses a través de la historia. Los hemos inventado para explicarnos el amanecer y la lluvia, el misterio de la concepción; y hemos llegado tan lejos como crearlos para el control de los esclavos y justificar genocidios.

No importa la cantidad de dioses y seres mágicos en los que creamos, existe uno en especial que es único para todas las personas de cualquier cultura.

Este dios es ubicuo, súper poderoso y dirige nuestra mente desde el nacimiento. Toda nuestra civilización está basada en su adoración.

Por si nunca lo habías pensado, La Comodidad es nuestro dios único y el motor de todas nuestras búsquedas.

Hacemos lo que sea por honrar su nombre. Creamos ciudades más grandes, autos más veloces, gadgets con mejores juegos y somos capaces de matar por conseguir una casa más agradable.

Ahora, que no se malinterprete. Adorar a La Comodidad no tiene nada de malo. De hecho, debemos estar agradecidos a que vivimos para ella. Eso ha impulsado la ciencia, las comunicaciones, las obras públicas y saca lo mejor del espíritu humano.

Con tal de alcanzarla, hemos empujado la ingeniería a extremos que jamás hubiéramos imaginado. Hemos transformado el ecosistema a nuestra conveniencia. Sabemos que con esfuerzo, estudio y trabajo en la vida, nos espera La Comodidad en su nirvana.

Nuestro Único Dios es bueno para nuestra especie y debemos seguir cimentando sus templos por todo el tiempo que sea posible.

Sin embargo existe un lado oscuro. Así como adorar a La Comodidad es positivo para la raza humana, tiene cualidades devastadoras para un individuo.

Nuestro Único Demonio

En la cultura occidental nacemos y somos educados para adorar La Comodidad como credo y estilo de vida. Si pudiera resumir la educación familiar a una frase, sería: "Tienes que estudiar para tener un buen empleo y que puedas comprar muchas cosas. Sólo estas cosas pueden llevarte a la tranquilidad y confort, al Cielo."

La Comodidad es muy atractiva. Tanto que una vez que la experimentamos corremos el riesgo de volvernos adictos a ella.

Sentirnos demasiado cómodos con lo que somos y tenemos es lo que nos hace estancarnos y, así, detenemos el desarrollo personal.

Haciendo memoria, ¿cuántas cosas has dejado de hacer por no querer salir del templo a La Comodidad?

Una vez que probamos sus enseñanzas, nos estacionamos en el mismo lugar y nos aterra salir de esa área en la que las cosas funcionan tan cómodamente, que dejamos de buscar.

Olvidamos cuestionar la realidad, hallar nuevas maneras de resolver problemas y la innovación se deja a personas con más agallas. Al fin y al cabo, YO estoy cómodo.

En el budismo decimos que debemos estar en paz con lo que somos. Aceptar nuestros logros y, en el proceso, también el pasado. Aprendemos a estar tranquilos con lo que tenemos… Pero eso no significa que el hambre por el conocimiento y por mejorar se detengan.

Lo que hacemos es saber el terreno que pisamos, aceptamos las cosas como son; y entonces nos movemos hacia adelante, sin estar obsesionados con el resultado.

¿Cómo salir del ciclo de adoración a La Comodidad?

La respuesta es simple, aunque no fácil de aplicar. Debemos entender que todo en la vida es impermanente y, a la vez, cuestionar todo. Esa comodidad que disfrutamos se terminará. 

Toda esta maquinaria de confort de la que disfrutas llegará a su fin. ¿Y entonces? 



jueves, 9 de octubre de 2014

Curso de Perseverancia (Homo Minimus)


De vez en cuando encuentro algo en la red que merece la pena de verdad.

Me gusta Homo Minimus, su Curso de Perseverancia y bastantes cosas más muy aprovechables.

Échale un vistazo, descarga lo que mejor te parezca, haz público tu compromiso si quieres pero sobre todo utilízalo!!

Se define la perseverancia como la capacidad para seguir adelante a pesar de los obstáculos, dificultades, desánimo, aburrimiento, frustración, o el deseo de rendirse. Quien persevera termina lo que ha empezado, vuelve a intentarlo tras un fracaso inicial, persigue sus objetivos y se mantiene concentrada y trabajando en su tarea. 

Puestos a reflexionar sobre esto que a primera vista parece tan brillante, me pregunto:

- acerca de las diferencias entre perseverancia y tozudez
- ¿cómo sé cuándo tengo que abandonar si es que hay que abandonar? Tal vez no sea por casualidad que el I Ching tenga entre sus sentencias "La Retirada"............

Comparte tus reflexiones que seguro que provienen de una experiencia íntimamente vivida. De entre todos los entretenimientos, preciosos, con lo que podemos entretenernos, pocos hay más sabrosos que un buen intercambio de reflexiones.



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