viernes, 13 de marzo de 2015

Esa nada soy yo

Éste cuento me encanta. No termina de quedar claro hasta dónde la humildad o si va sobrado de arrogancia. O a lo mejor es que van de la mano. 
En la corte real tuvo lugar un fastuoso banquete. Todo se había dispuesto de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo con su rango. Todavía no había llegado el monarca al banquete, cuando apareció un ermitaño muy pobremente vestido y al que todos tomaron por un pordiosero. Sin vacilar un instante, el ermitaño se sentó en el lugar de mayor importancia. Este insólito comportamiento indignó al primer ministro, quien, ásperamente, le preguntó:
– ¿Acaso eres un visir?
– Mi rango es superior al de visir -repuso el ermitaño.
– ¿Acaso eres un primer ministro?
– Mi rango es superior al de primer ministro.
Enfurecido, el primer ministro inquirió:
– ¿Acaso eres el mismo rey?
– Mi rango es superior al del rey.
– ¿Acaso eres Dios? – preguntó mordazmente el primer ministro.
– Mi rango es superior al de Dios.
Fuera de sí, el primer ministro vociferó:
– ¡Nada es superior a Dios!
Y el ermitaño dijo con mucha calma:
– Ahora sabes mi identidad. Esa nada soy yo.
... sea como sea.....NADA!









Dando vueltas por ahí, lo encontré en http://sloyu.com/blog/blog/2014/10/16/esa-nada-soy-yo/  y con las viñetas de Ricardo Sri Liniers

domingo, 1 de marzo de 2015

Puestos a jugar......


¿A cuál de todos me apunto?  

O pudiera ser que a más de uno o a todos.

¿Qué sé y qué no sé?

1.- Sé que se que sé
2.- Sé que sé que no sé
3.- Sé que no sé que sé
4.- Sé que no sé que no sé
5.- No sé que no sé que no sé
6.- No sé que no sé que sé
7.- No sé que sé que no sé
8.- No sé que sé que sé

y todo eso lo resuelvo así



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