
Algunas veces lo hago y encuentro cosas que no recordaba y me dan ganas de añadir algo que descubrí más tarde. Y veo cómo sí es verdad que voy cambiando -que vamos cambiando-, que explorando límites día tras día también los conquisto y encuentro más espacio donde cabe más gente y más puntos de vista que completan y aumentan los míos; que tengo más refugios para los tiempos en que no todo va bien (o como a mí me parece que es "bien") o cuando llega el invierno para las ideas o cuando los ojos se me nublan y la fe y la alegría parece que han huido de mi mundo.
Reencuentro los trucos, juegos y guiños (marcas de constructores de puentes a la otra orilla) que dejamos por ahí: una imagen que al pinchar sobre ella lleva a otro blog con corazón, un enlace invisible a una canción antigua, una palabra poderosa escrita en bajito (en letra pequeña, a veces tan pequeña que casi no se ve), algo resaltado con algún color...
Quisimos hacer un blog repleto de secretos invisibles y al aire, con huellas y señales tan solo para los apaches que saben cómo se escucha la tierra -y los pasos dados en la tierra- con la oreja pegada al suelo. Para quienes, por tantos zazenes sudados y gozados o por lo que sea, han aprendido a percibir de un vistazo que algo ha cambiado, lo buscan curiosos y lo encuentran y lo celebran y se apresuran a compartirlo.
Para quienes siembran generosamente y dejan con alegría que recoja a quien le corresponde hacerlo.
Y que circule.
A mí me lo contaron y yo se lo cuento a otros de boca a oreja. En bajito.
Lo que se dice en cristiano "I shin den shin".
ResponderEliminarDespues de leer , me pregunto:
¿ Cuándo por fin nos vas a regalar con un libro?