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sábado, 13 de junio de 2015

Estructura y libertad



De vez en cuando, por ejemplo cuando las cosas se me ponen cuesta arriba, me da por fantasear que si me dejaran ser la fray escoba de un templo, sería feliz. Me encanta fregar y barrer, tender y planchar. A la comida le tengo más alergia, así que nada de hacer de tenzo. En el caso de que “me tocara” haría cocido tras cocido hasta aburrir a todo el mundo y conseguir que me dejaran por imposible y me relegaran a lo que de verdad hago bien: limpiar...

... fantaseo y fantaseo hasta que caigo en la cuenta de que pudiera ser que fuera posible hacer de mi casa un templo. O de mi vida una vida con ritmo y sabor templarios. Claro que tendría que poner al orden a los que conviven conmigo. Tampoco debería resultarme muy difícil puesto que uno de ellos es monje pero no es verdad, algo falla. Y pensando, pensando (entretenimiento al que me abandono muchas horas al día) voy perfilando algunas cuestiones.

Lo bueno de un templo es que hay normas bien claritas. Se sabe lo que se puede y lo que no se puede hacer, cuándo, quién y cómo. Lo que se dice una estructura aceptada e incorporada. Esto es curioso en el caso del zen que en apariencia empuja a la ausencia de estructura. O más bien habría que decir que utiliza la estructura como base y trampolín para acceder al mundo de lo totalmente desestructurado, caótico, anárquico... aparentemente. Debe ser que para el asalto a lo más grande se necesita apoyar los pies en la gran tierra y la cabeza en el gran cielo.

Ya he dicho alguna vez que trabajo en una unidad de psiquiatría infanto-juvenil. Llegan desordenados, según yo, a todos los niveles. Es que ni la higiene la llevan ordenada. Y de pronto allí, no les queda otra que acogerse a horarios, normas y tareas. Los primeros días se los pasan de queja en queja, de protesta en protesta y reclamando su libertad (¿) en todas las formas que se les ocurre sin obtener más resultado que la respuesta habitual: “Aquí las cosas se hacen así”. Terminan cediendo, claro. Y hay un momento mágico que suena como un click brillante, en el que se acogen a las normas y empiezan a relajarse, siguen el ritmo, encuentran el ritmo, y la mayor parte de sus penas y pesares se desvanecen por el abandono. Ahí encuentran, aunque ni lo sepan, el espacio infinito. Lo cual no quita para que pregunten, cuestionen, inventen y propongan, se rebelen, den la lata, molesten, y mejoren, el universo entero.

Por muy pequeños que sean no dejo de preguntarme si tal vez a nosotros los grandes adultos con toda nuestra experiencia de vida vivida a medias más que a enteras, no nos hace falta algo de eso: estructura y referencia para desestructurar y desreferenciar. Y vuelta y otra vez a empezar.


viernes, 13 de marzo de 2015

Esa nada soy yo

Éste cuento me encanta. No termina de quedar claro hasta dónde la humildad o si va sobrado de arrogancia. O a lo mejor es que van de la mano. 
En la corte real tuvo lugar un fastuoso banquete. Todo se había dispuesto de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo con su rango. Todavía no había llegado el monarca al banquete, cuando apareció un ermitaño muy pobremente vestido y al que todos tomaron por un pordiosero. Sin vacilar un instante, el ermitaño se sentó en el lugar de mayor importancia. Este insólito comportamiento indignó al primer ministro, quien, ásperamente, le preguntó:
– ¿Acaso eres un visir?
– Mi rango es superior al de visir -repuso el ermitaño.
– ¿Acaso eres un primer ministro?
– Mi rango es superior al de primer ministro.
Enfurecido, el primer ministro inquirió:
– ¿Acaso eres el mismo rey?
– Mi rango es superior al del rey.
– ¿Acaso eres Dios? – preguntó mordazmente el primer ministro.
– Mi rango es superior al de Dios.
Fuera de sí, el primer ministro vociferó:
– ¡Nada es superior a Dios!
Y el ermitaño dijo con mucha calma:
– Ahora sabes mi identidad. Esa nada soy yo.
... sea como sea.....NADA!









Dando vueltas por ahí, lo encontré en http://sloyu.com/blog/blog/2014/10/16/esa-nada-soy-yo/  y con las viñetas de Ricardo Sri Liniers

domingo, 22 de febrero de 2015

Tercera regla del dojo según Deshimaru

"En el Dojo encontráis amigos espirituales dignos de respeto, todos juntos practicáis el precioso zazen. Jamás debéis olvidar su profundo fervor que es más importante y eterno que los lazos familiares"


Que no es una regla, es más bien una descripción. Algunos tendemos a encontrarnos sea donde sea y en la forma que sea, que para eso el Cielo es (ya lo dice el I Ching) creativo en grado absoluto y, a nuestros ojos, irónico y paradójico.

Pueden ponerme de mal humor algunas veces algunos de mis compañeros de dojo o de sangha. Eso sí: me ponga como me ponga y, a poco que sea honesta y no me mienta, todos tienen algo que ver conmigo y todos son, de alguna forma, mis espuelas. O porque me devuelven un reflejo amable o por todo lo contrario. Pero me espolean.

Y quienes no son, se van pronto si es que llegaron y el dojo borra las memorias, elige y no por nada ni porque sean de ninguna forma sino porque pertenecen a la familia o no.

Que sé yo que no suelo explicarme bien y sin embargo se me entiende de sobra. De todos modos...

...... hacedme un favor: decidlo vosotros de mejor manera. No vale eso de : "lo has dicho estupendamente" ni cortesías convencionales por el estilo, por favor: explicad qué es eso de "amigo espiritual".........¡sin coñas que os conozco!)
 

miércoles, 15 de octubre de 2014

La Comodidad, nuestro único dios


La raza humana ha sido creadora de miles de dioses a través de la historia. Los hemos inventado para explicarnos el amanecer y la lluvia, el misterio de la concepción; y hemos llegado tan lejos como crearlos para el control de los esclavos y justificar genocidios.

No importa la cantidad de dioses y seres mágicos en los que creamos, existe uno en especial que es único para todas las personas de cualquier cultura.

Este dios es ubicuo, súper poderoso y dirige nuestra mente desde el nacimiento. Toda nuestra civilización está basada en su adoración.

Por si nunca lo habías pensado, La Comodidad es nuestro dios único y el motor de todas nuestras búsquedas.

Hacemos lo que sea por honrar su nombre. Creamos ciudades más grandes, autos más veloces, gadgets con mejores juegos y somos capaces de matar por conseguir una casa más agradable.

Ahora, que no se malinterprete. Adorar a La Comodidad no tiene nada de malo. De hecho, debemos estar agradecidos a que vivimos para ella. Eso ha impulsado la ciencia, las comunicaciones, las obras públicas y saca lo mejor del espíritu humano.

Con tal de alcanzarla, hemos empujado la ingeniería a extremos que jamás hubiéramos imaginado. Hemos transformado el ecosistema a nuestra conveniencia. Sabemos que con esfuerzo, estudio y trabajo en la vida, nos espera La Comodidad en su nirvana.

Nuestro Único Dios es bueno para nuestra especie y debemos seguir cimentando sus templos por todo el tiempo que sea posible.

Sin embargo existe un lado oscuro. Así como adorar a La Comodidad es positivo para la raza humana, tiene cualidades devastadoras para un individuo.

Nuestro Único Demonio

En la cultura occidental nacemos y somos educados para adorar La Comodidad como credo y estilo de vida. Si pudiera resumir la educación familiar a una frase, sería: "Tienes que estudiar para tener un buen empleo y que puedas comprar muchas cosas. Sólo estas cosas pueden llevarte a la tranquilidad y confort, al Cielo."

La Comodidad es muy atractiva. Tanto que una vez que la experimentamos corremos el riesgo de volvernos adictos a ella.

Sentirnos demasiado cómodos con lo que somos y tenemos es lo que nos hace estancarnos y, así, detenemos el desarrollo personal.

Haciendo memoria, ¿cuántas cosas has dejado de hacer por no querer salir del templo a La Comodidad?

Una vez que probamos sus enseñanzas, nos estacionamos en el mismo lugar y nos aterra salir de esa área en la que las cosas funcionan tan cómodamente, que dejamos de buscar.

Olvidamos cuestionar la realidad, hallar nuevas maneras de resolver problemas y la innovación se deja a personas con más agallas. Al fin y al cabo, YO estoy cómodo.

En el budismo decimos que debemos estar en paz con lo que somos. Aceptar nuestros logros y, en el proceso, también el pasado. Aprendemos a estar tranquilos con lo que tenemos… Pero eso no significa que el hambre por el conocimiento y por mejorar se detengan.

Lo que hacemos es saber el terreno que pisamos, aceptamos las cosas como son; y entonces nos movemos hacia adelante, sin estar obsesionados con el resultado.

¿Cómo salir del ciclo de adoración a La Comodidad?

La respuesta es simple, aunque no fácil de aplicar. Debemos entender que todo en la vida es impermanente y, a la vez, cuestionar todo. Esa comodidad que disfrutamos se terminará. 

Toda esta maquinaria de confort de la que disfrutas llegará a su fin. ¿Y entonces? 



viernes, 18 de julio de 2014

El caos de vivir



Me enseñaron literatura, geometría, biología.... y un montón de cosas más perfectamente etiquetadas y clasificadas.

Y lo creí.

Como creo en todo lo que me dicen con más ingenuidad de la que es recomendable.

Para cuando me puse a vivir donde los humanos vivimos,  que es en la arena del circo y la plaza del mercado, resultó que las etiquetas con sus colores se mezclaron.

Lo que viene a querer decir que todo lo que existe (y hago y hacen y hacemos) está hecho de mil razones y no todas "puras", vendibles y dispuestas para la exhibición sino de una bella mezcla de todas ellas y algunas más.

Por lo tanto he comprendido la preciosa diferencia (y temible abismo) que hay entre describir y vivir (aunque no tengo más remedio que reconocer que cuando nombro algo que estoy viviendo, sucede una cosa mágica que todos conocemos)

viernes, 25 de abril de 2014

La conciencia tranquila

No podrás leer deprisa lo que sigue. Más bien despacio.
Es fácil que te incomode y te incomodes contigo mismo. Puede ser.


Donde tener la conciencia tranquila significa, las más de veces, tener la conciencia vacante extinta o engañada, pues de otro modo no se explica que, ante los despropósitos de los que es testigo nuestra era, tanto en lo general como en lo particular, nadie, ninguno, confiese culpa alguna, ni acepte la parte que de ella pueda corresponderle. Nunca había visto yo tantas conciencias tranquilas en mis años.
Pues, ¿no es extraño que yendo las cosas tan mal como se ve, todos prediquen su tranquilidad de conciencia? ¿Cómo es esto posible? A ojos propios todos quedan excusados del universal desaire porque en sus actos todos actuaron de acuerdo a su conciencia, y si hubiera culpa, en todo caso será ajena. De esta forma, queda el actuar en conciencia como la norma moral imperante, pues no estando definida la conciencia sino muy vagamente, siendo palabra de prestigio, se acude a ella sin reparo alguno. Por tanto, para evitar las molestias del escrutinio moral, invoquen ustedes constantemente a su conciencia.

O esto suyo es una insensatez y un desacuerdo con la recta razón o bien estaré yo hablando así por padecer algún género de enfermedad espiritual, pues en lo mío, por más que me examino, más me duelen la pena de tantos errores cometidos por culpa enteramente mía, que el placer que acompaña a los actos presuntamente buenos, que nunca veo lo bastante buenos ni afinados. Y mientras la mayoría se ufana de “dormir muy bien por las noches“, yo entro en las mías con el ánimo contrito, porque en ese recogimiento previo al sueño me vienen a la mente las ocasiones de hacer el bien que durante el día he perdido y las ocasiones malhadadas por torpeza puramente mía, sin paliativos. La conciencia tranquila no es algo que tengo, antes bien, algo que quiero tener y no puedo porque no dejo de actuar contrariamente al Bien.

Sin embargo, a mi me parece que donde hay culpa ha de haber desazón y en la desazón, contrición, y esto a mi se me antoja muy acorde a la sanidad del alma pues está en su constitución natural la facultad de remorderse; este efecto nos intranquiliza y perturba a fin de conducirnos al arrepentimiento de donde se seguirán en el futuro, acciones muy mejores. A esta facultad llamaban los antiguos griegos “sindéresis” o “sindereia“, afirmando que es una chispa divina que, estando en nosotros, nos habla y nos afea las torpezas, como el daemon de Sócrates, que sólo le hablaba cuando hacía o decía algo impropio.

Mas hoy, el remordimiento que tortura el ánimo, no como castigo sino como impulso a buscar el perdón, perdón que es una bendición resolutiva, se esquiva con el enojoso argumento de la conciencia tranquila o muy tranquila, pues éste es baluarte donde no alcanzan las censuras, una piel de reptil sobre la que resbalan los consejos más probados; pues, una vez contado y pesado, tener la conciencia tranquila no es ni meritorio ni de presumir, lo meritorio es tener la conciencia recta, buena y sobre todo, inspirada por Dios. Y la prueba de ello arriba cuando no es uno quien afirma la rectitud de su conciencia (afirmación siempre temeraria), antes bien, cuando son los demás quienes, juzgándolo a uno, desean tomarlo como ejemplo, y desean emularlo en lo virtuoso. Pero esto ya nos llevaría a alargarnos demasiado.


y no sé de dónde lo saqué (y suscribí en el pensamiento y el arrepentimiento, de la cruz al punto). Sea como sea me pareció que estaba hablando de mí... pensándolo bien ¿no sería un texto de Ludovico el Rojo?

martes, 21 de enero de 2014

por qué no estalla una revolución

No dejes de leerlo

Gracias a Nacho que lo encontró y a tantos-tantos que se hicieron eco.

El artículo no es corto, es un poco más largo de lo habitual en la red.

No es de rápido consumo, requiere un poquito de tiempo. Pero ni muchísimo menos tanto como el Shobogenzo, así que animaos, que con esto podemos.

No es estimulante, es deprimente.

Difícilmente nos daremos por aludidos y sin embargo así funcionamos. Y no sólo con las cuestiones ideológicas y políticas sino "espirituales" o ya no sé qué nombre darles.

Sobresaturados de palabras que consumimos a diario en fb, blogs y demás, incluido éste. Y sin cuajar ni una sola de las letras de las palabras porque si las cuajáramos en actos.......

la a sería amable
la b bondadosa
la c compasiva
la d divertida
la e entusiasmada
la f  formidable
la g generosa
la h hermosa
la i infantil
la j juguetona
la k kilométricamente de todo
la l ligera
la m de miel
la n natural
la ñ me la salto
la o oronda
la p pacífica
la q querida
la r revolucionaria
la s silenciosa susurrando misterios
la t terrenal
la u universal
la v valiente
la w funciona mal en nuestro idioma
la x decidida a averiguar
la y enlazando, siempre enlanzando
la z zapatero a tus zapatos

Y si tejiéramos con todo eso y muchas cosas más, todas belleza, cada acto de cada uno de los momentos de los días que se nos han dado, de verdad sucederían cosas asombrosas.



domingo, 5 de enero de 2014

fraternidad

Que a veces lo pienso. Un dojo me han dicho que no es una fraternidad pero me parece que tal vez sí debería serlo. Y como me lo parece, lo digo: tal vez debería ser como una familia que se asiste y ayuda en esos momentos malos que a todos nos tocan de vez en cuando. Y que pone queso, aceitunas, pasteles y vino en la mesa para celebrar los buenos triunfos sobre lo que sea que cada uno se traiga entre las manos (claro que para eso habría que saber qué es lo que cada cual se trae de momento en momento y eso no suele ser)

Además pero siguiendo con algo parecido........

............sé qué pasa con los monjes católicos viejitos; sé dónde les llevan y cómo y quién les cuida en sus tiempos finales. Pero no sé qué pasa con los monjes zen viejitos. Por lo que sé, en Japón están en su Monasterio tranquilamente haciendo sus cosas de zazen, jardín, huerto, dormir y todo lo demás como todo el mundo, pero aquí, que nos ha dado por ser monjes sin Templo y con poca cobertura, el asunto se nos pone más cuesta arriba y pienso yo que, teniendo en cuenta la edad media de los que practicamos, dentro de no mucho-mucho nos vamos a encontrar con que a lo mejor nos vendría bien tener una república independiente de zazeneros, un lugar abrigado para pode ir deslizándonos despacito hacia la muerte acunados por el aroma de un buen incienso, siguiendo esa nube sutil y pequeña que tiene por costumbre producir.  Hasta desvanecernos.

Pero juntos



Sé que no me explico bien (aunque generalmente me siento bien entendida) y que esto contradice mucho de lo que he dicho y digo otras veces pero es porque, en mi descargo, tengo que aclarar con Walt Whitman que si me contradigo es porque (como todos) contengo multitudes.


miércoles, 30 de enero de 2013

El crisantemo y la espada o la necesidad de traducir el zen




¿Por qué un “pilar” tiene que estar cubierto por el kesa o, en los últimos tiempos, el rakusu. ¿Porque está más guapo?

¿Para qué existe la figura de “pilar” en las sesshines?

¿Por qué Rafu ciñe su cintura con un cordón bajo el kesa? ¿Porque estiliza su figura?

¿Por qué usamos kimonos para la práctica de zazen? ¿Para uniformarnos?

¿Por qué un monje se puede poner un kimono blanco bajo el kolomo negro y un bodhisattva no? Y puestos a pensar ¿por qué o para qué un kesa?

¿Por qué el bodhisattva tiene rakusu y el monje tiene rakusu y kesa? ¿Por qué si no estás ordenado no puedes tener ni uno ni otro?

¿Por qué no puedo circular en el dojo de derecha a izquierda? ¿Para no tropezarme con el que prefiere hacerlo al contrario?

¿Por qué caen las cortinas (o puerta o lo que sea) del dojo durante el zazen y abrimos las ventanas en kinhin? ¿Para juntar el olor  sudor primero y para que se vaya después y se vuelva a juntar a continuación?

¿Por qué me pasan el espantamoscas por la cabeza en la ceremonia de ordenación?

¿Por qué llamamos ceremonia al canto del hannya?

¿Por qué el Dharani antes de la guenmai?

¿Por qué descubro mi hombro del kesa cuando pido y recibo kyosaku? ¿Para que no se gaste? ¿por respeto al kesa que no debe ser ni golpeado ni maltratado y  sí mi carne?  ¿será que es impura? ¿sí?

Se me ocurren tantas... y no será que hemos olvidado o no sabemos el significado que une todos los mundos detrás de cada gesto?

¿Y acaso importa? susurra una vocecilla en mi oreja derecha. Pues claro que sí, contesta rápidamente, indignada, otra en mi oreja izquierda. Y ahí me han pillado entre dos fuegos, lo cual, después de todo, quiere decir que me voy a quemar haga lo que haga y no quiero eso. ¿Entonces? ¿importa o no importa el conocimiento para que no importe al final en absoluto?

Después de leer "el crisantemo y la espada" no puedo por menos que preguntarme si no estaré rechazando mi propia tradición tan sólo porque es como si fuera mi idioma materno y no me resulta exótica.

Todo en el zen es japonés excepto la base, zazen que se llame como se llame viene a ser  lo que en términos occidentales tendría otro nombre. El resto, todo el resto, es un asunto cultural, de formas propias de un territorio concreto y una personalidad nacional concreta aunque, eso sí, tienen su equivalente en formas que acostumbramos a usar en esta otra parte del mundo donde vivimos.

¿a qué equivale sanpai?

¿a qué equivale el kesa?

¿a qué equivale cerrar un espacio sagrado?

¿a qué le llamamos sagrado?

¿a qué equivale la ordenación.................... en nuestro mundo?

Irrelevante? pudiera ser que sí si nos juntáramos para nada más que estar y ser: chamanes y rabinos, monjes y sacerdotes, yoguis y lamas, cálidamente unidos por un solo aliento que respira.


miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Soy budista?



¿Soy budista?
¿Soy zen?
¿Soy soto?
¿De qué continente?
¿De la sangha de quién?

¿De qué continente de qué sangha de qué maestro de qué dojo?

¿En qué sesshines de qué dojo de qué sangha de qué maestro?

¿Qué guenmai como en qué sesshines de qué dojo de qué sangha de qué maestro?

Soy el humano que comió la guenmai de las sesshines de tal dojo de tal sangha de tal maestro de la escuela soto zen budista de tal continente que lo único que de verdad quiere aunque ni lo sepa del todo no es la guenmai, ni las sesshines ni el dojo ni la ciudad del dojo ni  la sangha ni el maestro ni la escuela soto del planeta zen del budismo oriental o europeo.

Soy el humano que no tiene ni idea de a qué huele el aire de su casa verdadera pero sí sabe que está (y no la ve, no la ve) debajo de sus rodillas en zazen, de sus pies en kinhin, de sus manos y frente en sanpai, de su mano al mokugyo, de su boca en el hannya............................................

............................... de su culo en la silla de la oficina, de su nariz inclinada sobre la cazuela, de su garganta que canta... por encima, por debajo, por dentro, por fuera y todo alrededor.

Esto no está completo porque falta todo lo demás.
Es que a lo mejor me estoy haciendo un lío con tanta etiqueta.

Inspirado en la canción inglesa “Ésta es la casa que Jack construyó” donde todo está desde el principio y al final.

Ésta es la casa que  Jack construyó
Esto es la malta que estaba en la casa 
que Jack construyó

Ésta es la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Esto es el gato, que mató la rata, 
Ésta es la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó 

Esto es el perro, que fastidia la gata
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Ést aes la vaca, con los cuernos acodados,
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Ésta es la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el hombre andrajoso,
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó 

Éste el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el cocinero
que se regocijó por la mañana
que despertó el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el campesino que siega el trigo,
que sostuvo el cocinero 
que se regocijó por la mañana
que despertó el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

domingo, 18 de noviembre de 2012

Las siete diferencias


Si las hay.......

........¿las hay?

puede que sí, puede que no, puede que sí y que no, puede que no pero que sí o al revés y todo incluido.....

removida, eso sí. Doy mi palabra de honor.






Y a lo mejor es por esto que me remueve y que encuentro mucho más que siete diferencias.



las fotos de https://www.facebook.com/deshimaru.zen 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Teresa de Calcuta




Dicen que a la Madre Teresa de Calcuta le pasó en los últimos tiempos que se llenó de dudas, que dejó de ver, que quiso parar, que no tenía ánimo más que para reproches y blasfemias. Y que estaba asustada, muy asustada. Aburrida, cansada, asqueada, inútil y estéril.

De todos modos no paró. No lo hizo. Continuó aunque la confianza la había abandonado. Continuó aún cuando no encontrara ningún motivo personal (ni “cósmico”, seguramente) para hacerlo. Un día y otro y otro más a lo mejor creyendo que lo importante no es lo que uno siente sino lo que hace y regala.

Dicen que de tanto sufrimiento con el que se rozaba perdió la fe en el Espíritu y que “harta ya de estar harta ya se cansó”. Dicen que sufrió de sinsentido y desesperanza. Y que gritaba en sus cartas pidiendo consuelo, socorro y certezas a sus confesores que no sabían qué hacer por ella.

Y después murió y no fue la muerte de una santa aunque lo pareciera. O tal vez sí porque fue fiel mucho más allá de la fidelidad serena y deliciosa de los bendecidos por la gracia de la Fe.

lunes, 16 de julio de 2012

¿Qué hacer?



Si cuando como, como y cuando duermo, duermo. A lo mejor cuando hay que actuar, hay que actuar ¿no?en el dojo o fuera del dojo, cada cual sabe y tiene su lugar, función y forma.


Ya completaré la entrada en otro momento. Ahora mismo todo lo que siento es eso: su dolor y el mío, su rabia y la mía y su impotencia y la mía.


Ahora mismo haría algo más contundente y menos correcto que saltarme el dojo y gritar.

Y después volvería a hacer zazen.

Gasshô Anónimo. No conocía este enlace. Y me ha descompuesto.

Hoy (17 de julio de 2012) no me parece importante:

- el calor que hace
- la extra que no me van a pagar (que ya me ajusto yo como buenamente vaya pudiendo)
- el precio de los calabacines
- el corte de pelo que me va haciendo falta (¿sí?)
- mi madre que se encuentra un poco sola desde lo de mi padre
- la tela del altar del dojo que está pidiendo a gritos jubilarse
- el simbolismo pitagórico del número cinco (que mira que me gusta otros días!)
- si dios existe
- o cuándo anuncian lo del bosón de Higgs (me entusiasma la ciencia)

Hoy....... lo que me hace llorar y me sacude es un hombre asustado gritando: ¡Qué hago! 


domingo, 15 de abril de 2012

Jorge León


Mi amigo Jorge León murió hace algunos años, y no recuerdo cuántos porque estoy poco dotada para las fechas, pero sí sé que fue a finales de mayo y que la policía nos lo comunicó horas antes de un zazen que le dedicamos, como era debido. 

El caso es que fue una de las primeras personas en tenerme en cuenta, tanto que en su primer viaje a India me trajo una caja-calabaza exquisitamente labrada cuya tapa está serrada de forma que solamente encaja a la perfección si los dientes coinciden en sus huecos. Una versión material del dicho zen que tanto repito (porque me encanta y me encanta): lo ideal encaja con lo real como una tapa con su caja. Me hablaba y me escuchaba cuando nadie más lo hacía. Supongo que tengo cierto talento, que en aquel tiempo no deseaba y hoy aprecio, para cubrirme con una capa de invisibilidad al más puro estilo Harry Potter.

Fue uno de mis primeros autoestimadores. Honor que me hizo porque él era todo un triunfo de hombre ya por aquellas fechas en las que ninguno alcanzábamos más allá de adolescentes en todos los sentidos. Era pintor, escultor, bohemio, punki, explorador, filósofo, escéptico, escritor, enfermero, espeleólogo, viajero... me pregunto qué es lo que no era puesto que todo le interesaba. Y maoísta en los tiempos de una clandestinidad que amenaza con volver. Me parece que habría querido que se supiera.

El caso es que por unas cosas o por otras su vida y la mía fueron yendo cada una por un sitio hasta que un día supimos de su accidente. Jorge tenía en casa unas anillas colgadas del techo para hacer  “San Pedro” particulares y otras gimnasias por el estilo y una tarde después de la comida del domingo con la familia de su mujer, que no estaba casado y no lo digo porque me parezca de ninguna manera sino porque tras su accidente resultó ser todo un problema para ella, para él... pero ésa es otra historia... resulta que estaba enseñándole a su sobrina cómo se hacía el tal “San Pedro” boca abajo (que es que ahora no me acuerdo cómo se llama en lenguaje gimnástico técnico) y ¡plaf!, las anillas se soltaron y él se fue cabeza abajo rompiéndose la columna. Y entró en parada, claro. Pero como su cuñada, que acababa de hacer un curso de primeros auxilios, andaba por allí, al oír los gritos de la niña, se acercó a toda prisa y dándose cuenta de que estaba casi del lado de allá, le hizo todo tipo de maniobras mientras alguien llamaba al 112... 

Lo sacaron de ésa. 

Lo llevaron al hospital. 

Gran lesión medular, síndrome de enclaustramiento. 

Intervención neuroquirúrgica. 

Un par de paradas de las que volvieron a sacarle que para eso era de la “casa” (o sea, que trabajaba en el hospital) y había que apurar los últimos gramos de pólvora del último cartucho de la vida. 

Uvi. Él ni enterarse hasta que se enteró un buen (según él "mal", es obvio) día en que despertó y se recordaba entero y se supo reducido a menos de la cuarta parte; más o menos el 10% porque tan sólo podía mover la boca y pestañear, vamos, que ni pensar en respirar o hablar de no ser por la máquina de respiración asistida a la que le engancharon. Digamos que de barbilla para abajo... bueno, pues eso, = 0. 

Y luego fue el traslado al centro de parapléjicos de Toledo y después la temidísima y terrible vuelta a casa que ahí al principio todo el mundo se comportó como un héroe, él incluido, porque es lo que tienen los principios, y le visitaban y le ayudaban y estaban pendientes. Pero en los finales hay pocos héroes o tal vez sea que quedan tan solo los que de verdad lo son. En este caso parece que no quedó ni uno, así que ninguno lo era del todo si nos atenemos al final de la historia que... ya voy, ya voy a ello. 

Sin embargo él no dejó de hacer todo cuanto se le ocurrió para seguir con sus pinturas, esculturas y escrituras y como era voluntarioso y orgulloso y terco, durante un tiempo lo consiguió. 

Aquí entro yo de nuevo. Fue que muiso me propuso ser los dedos de jorge para que pudiera continuar escribiendo una novelita de entretenimiento iniciada antes de lo que él llamaba “el accidente”. Escribo deprisa al ordenador y tenía un poco de tiempo disponible por entonces y además estaba en una de esas épocas que a todos nos dan de vez en cuando de echar una mano a quien nos lo pida. En mi caso porque me había entrado la cosa de ser santa. Y dije sí, claro. Y dos veces por semana durante dos horas que solían ser tres al menos, me acercaba por su casa y él dictaba y yo escribía o entre los dos buscábamos el “cómo se dice...” Lo que yo quería decir es que fue en aquellas sesiones de escritura y conversación que descubrí que hay gente, y jorge era de esos, que hacen florecer las ideas, los descubrimientos, la curiosidad y el entusiasmo. 

Aún así, decidió suicidarse y me pidió la ayuda necesaria que por descontado le negué porque siempre he estado a favor de la eutanasia ejecutada por cualquiera que no sea yo. 

La historia es muy larga y es más bien para ser contada en una noche de hoguera. Vamos a decir que decliné el dudoso honor de hacerlo y por eso fue que buscó y encontró en la red la mano que necesitaba y una mañana de mayo supimos que había muerto no sin antes ocuparse minuciosamente de eximirnos a todos los que andábamos cerca de cualquier posibilidad de sospecha de complicidad o de cómo le llame la ley al hecho de ayudar a morir a quien no puede hacerlo por sí mismo.

Me dejó en herencia algunas cosas: la novela que escribimos, que todavía no he releído y que en el mercado editorial morboso seguramente tendría un precio que me sobra pero sobre todo me dejó la hermosísima cualidad ,y lo digo sin ninguna modestia ni falsa ni verdadera, de poder actuar como la levadura que hace crecer y esponjarse todo aquello con lo que se pone en contacto.

Pido disculpas por escribirlo a vuelapluma y porque, cuando la pluma vuela, vuela por volar, sin pretensión de explicar ni entender.

Éste es el blog que escribía soplando con la boca cada letra antes de decidir que no había nada que le mereciera tanta pena como soportaba cada día:


Pero su historia tiene más, mucho más. 

Como el yantram a cuyo entendimiento dedicó buena parte de su vida y me explicó en detalle y con todo tipo de advertencias.

Como la forma seria y minuciosa que tenía de bucear en el I Ching, sobre el que también me advirtió.

lunes, 5 de marzo de 2012

Tiempo


A lo mejor no es obligatorio hacer todo lo que se nos ocurre, ni todo lo que dicen que hay que hacer, ni todo lo que se puede hacer y a lo mejor no hay que hacerlo ahora mismo

A lo mejor hay que hacer lo que hay que hacer y una cosa detrás de la otra como un pie le sigue al otro cuando camina.

Puede que no haya prisa después de todo.

Lo que veo es que el universo se toma su tiempo para producir un encuentro, una oportunidad, un milagro.

Y entonces a lo mejor la cuestión es conocer los tiempos adecuados, más que forzarlos...... o algo así. 

Lo voy aprendiendo despacio en zazen: un tiempo para entrar, uno para la quietud, otro para moverse. 

Uno más para salir.......




martes, 31 de enero de 2012

desatando nudos



 
- Nunca doy explicaciones acerca de nada (Mary Poppins)
- El que no me quiere no me merece (Mussolini?)
- Si vas a tener la desvergüenza y el deshonor de darme a elegir entre tú y yo, pues verás.... yo.
- No es lo mismo...
- Yo hago mi parte y que el buen dios se ocupe de la suya (que para eso es dios).
- Porque ser hombre obliga, compañero, a que lo dicho lo tengas que hacer luego verdadero.
- Con la vida no se hace nada, a la vida se la obedece.

pero hay más, muchas más.......  ¿la tuya?.......

(Algunos tienen blog´s. Haciendo click en su nombre podéis verlos)

unsui:  "San Isidro Labrador.
Ave que nunca anida.
No le pegues al chiquillo
que ya apareció la petaca"
(debe ser un koan)

Kyosaku: "Dime lo que buscas y veras lo que te encuentras".(un grupo de Hip Hop, "7 notas 7 colores").

Anónimo: "Lo que no sabía entonces, es que en ocasiones una respuesta apropiada a la realidad es la locura."
[Philip K.Dick]

"La enfermedad mental es el camino hacia la libertad"
[Pigface]

Ladrón de Guevara: "La verdad, ¿Quién sabe la verdad? Puede que haya más de una. Puede que no haya ninguna" (Rosa Montero en "La Historia del Rey Transparente").

iñaki: "Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles." (Bertolt Brecht).

Xaro La: "Lo que das, te lo das"

Estrella Favorable: "Algo en lo que no se ha insistido bastante es en que ser feliz también es un deber para con los demás". (Alain)

Anónimo: "Ayudaría para entender los asuntos humanos, tener claro que la mayor parte de los grandes triunfos y tragedias de la historia, no están causados por personas que fueran básicamentes buenas o malas, sino por personas que eran básicamente personas." [Terry Pratchett]

Anónimo:  "Si ella [la Verdad] ya se ha manifestado, ¿para qué sirve la meditación? Y si está oculta, estamos midiendo las tinieblas.
Mantras y tantras, meditación y concentración, son todas causa de autoengaño. No mancilles en la contemplación el pensamiento que es puro por su propia naturaleza, sino quédate en la gloria de ti mismo y deja de atormentarte.
Todo lo que ves es ello, delante, detrás y en las diez direcciones. Aún hoy deja que tu maestro ponga fin a la ilusión.
La naturaleza del cielo originalmente es clara, pero a fuerza de mirarlo la vista se oscurece."
(Saraha's Treasury of Song-siglo X)


La nada: La única frase que resume en sí misma la esencia de la sabiduría, es exactamente ésta. (La nada)

Kyosaku: "Estaremos en derrota, no en doma" (Agapito Marazuela)

Giltzero: "No dependas demasiado de alguien en este mundo. Porque hasta tu sombra te abandona cuando estás en la oscuridad." (Vista por ahí)

Anónimo: "Lo importante es difundir la confusión, no eliminarla" [Salvador Dalí]
  

viernes, 16 de diciembre de 2011

Amarás al prójimo

  
... como a ti mismo.

No dijo: Ama a tu prójimo más (+) que a ti mismo.

No dijo: Ama a tu prójimo menos (-)que a ti mismo.

Dijo lo que dijo y es de suponer que dijo lo que quiso decir exactamente. No se entiende otra cosa en un maestro. Aquí los únicos que tenemos derecho a equivocarnos y a decir cosas distintas de las que queremos decir somos los aprendices que todavía no tenemos buen manejo de los medios hábiles y tampoco conocimiento verdadero y ajustado que transmitir.


No más.








No menos.




Que demasiadas veces somos tan solidarios, afectuosos, tiernos, comprensivos, inclusivos, amorosos, acogedores............ con cualquiera que no sea mi madre. O mis hijas. O mi estúpida compañera de trabajo. O mi marido.......

O yo misma, que me tengo tan cerca y suelo juzgarme con tanta severidad (o no?) Es importante.

domingo, 26 de junio de 2011

¿Estoy tonta?

 
Que ya lo dijo Marco Aurelio hace más tiempo del que puedo recordar:

De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.

Total y en conclusión: ¿De verdad que no tengo un tesoro repleto de joyas preciosas? ¿Cómo es posible que me pase el tiempo lamentándome de lo ausente y me alegre tan poco por lo presente?
 
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