Total, que voy llegando a la conclusión de que por esta parte del mundo entero y entre las 20 y las 21h de los jueves, hay una buena colección de gente que, a la vez, está sentada, quieta y en silencio; mirando ociosamente cómo pasan los pensamientos propios y ajenos sin darles ni más ni menos cancha (nada de hacer grandes y gordos a los positivos ni dejar morir de hambre a los negativos aunque eso sea lo que dicen que corresponde hacer cuando estamos en el tiempo y no fuera-y-dentro del tiempo como en zazen, por ejemplo).
Y para cuando los de por aquí terminamos con ese precioso trabajo, pasamos la guardia, sin tener necesidad de saberlo, a otros que justo cuando nosotros acabamos ellos comienzan.
¿Has pensado alguna vez que probablemente no haya ni un sólo segundo-de ningún día-de ningún año desde hace ni se sabe cuánto, sin alguien sentado en zazen sosteniendo como buenamente puede la Pureza Original y de la misma forma que cuando los antiguos se turnaban para custodiar el bien inmenso del fuego?
Hace tiempo se me ocurrió la estúpida idea de proponer que siempre hubiera alguien habitando el dojo. Como soy estúpida pero algo me queda de pragmatismo no lo dije en voz alta pero me quedé con las ganas. Aprovecho para dejarlo escrito aquí porque lo escrito son palabras silenciosas de naturaleza mineral. Y porque es una bella voluntad que, después de todo, sucede sin que nadie ni lo proponga ni se lo proponga.
Dicen los cabalistas que si esto no fuera así, el enlace entre el Cielo y el Hombre se rompería y todo sería dolor tremendo por un momento muy pequeño antes de la extinción. No sé si dicen verdad pero suena a cierto. Así que, tal vez sí, después de todo, el Cielo y la Tierra continúan amarrados por un Hombre a un Zafu pegado.
...una hilera de consecutivos presentes...un constante aqui y ahora despersonalizado...una consciencia plena que salta de persona en persona trascendiendo el tiempo...
Por un momento, y mientras leía tu texto, Musguito, tuve la sensación de estar dentro de un eterno y ancestral silencio. Gassho.
ResponderEliminarMe ha encantado leerlo. Preciosas frases que te hacen sentir, fuera del tiempo, para llegar a veces dentro y fuera.
ResponderEliminarNamasté.